En su preciosa obra Exhortación es, que publicamos en Amacaren 1985 con ocasión del V centenario de su muerte, se recogen los principales rasgos de su espiritualidad.
He aquí algunos:
- Era alma profundamente silenciosa, y el silencio lo exigía a sus religosas como la piedra angular para levantar el edificio de la perfección.
- Era alma profundamente mortificada y solía decir que "al pie de la cruz hemos de dejarlo todo y descansar en paz".
- La pobreza era otra virtud que trató de vivir con generosidad; a pesar de su nobleza, ella siempre amaba lo más pobre y abandonado por todas.
- Pero sobre todo sobresalió en toda su vida por la virtud del amor. Todo lo sometía a él y él era la regla para medir todos sus actos. Decía: "La buena religiosa siempre se ha de mover por amor y dulzura".
- El testamento de toda su vida, que dejó como lema principal para sus hijas y que hoy tiene tanto vigor para el Carmelo, era este: "Procurad ante todo que Dios sea el más amado".
Oración
Oh Dios que has llamado a la Beata Francisca para que buscase tu reino sobre todas las cosas en tu servicio y en el de la Virgen María, concédenos que, fortalecidos por su intercesión, avancemos con espíritu de alegría en el camino del amor. Amén.
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